08 febrero, 2014

Dispara

Amas la vida, eso nadie lo duda. Pero hoy estás decidido a morir. Es la mejor decisión, lo has pensado. Así que ¿por qué dudar más? Toma el arma y dispara.

Dispara.

Que el miedo a la muerte estalle en la garganta y se esparza por el aire con el resto de tu cuerpo hecho pedazos. Amas la vida, lo sabes bien. Desear morir no significa necesariamente odiar la vida.

Simplemente ya no es posible estar aquí. No ahora. No con esta gente. No con estos pensamientos.

Que se confundan todos con los motivos que te llevaron a tomar esta decisión. Que sufran ellos. Que se vuelvan locos. Tú ya no estarás y es lo que importa, aunque la palabra “egoísmo” se pronuncie en todos los labios que asistan a tu funeral. Ya da igual.

Todo da igual.

Esta aventura ya está vivida, la de la muerte hay que comenzarla ahora mismo porque esa sí, quién sabe cuánto dure.

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