04 marzo, 2014

Valiente

Hoy era la madrugada ideal para beber una cerveza, pero no quise hacerlo. Quise, por un solo día, no tener el sabor amargo en la boca y el mareo gracioso de saberse ebrio y feliz y loco. Sobrio, para afrontar con dolor y entereza todo lo que está sucediendo. Sobrio, con la realidad lacerante. Me dicen valiente, porque de todos los que estamos aquí soy el único que ha prescindido del alcohol y de la droga justo en el día en que nos exterminarán a todos.

Oigo mi nombre claro y fuerte.

¡Qué terrible es saberse vivo!

1 comentario:

Tonnybeth dijo...

Muy nietzscheano este asunto :P