27 septiembre, 2013

Loba de Verónica Murguía

Esta novela ganó el premio Gran Angular Internacional que se otorga a la literatura juvenil gracias a la Editorial SM. En lo personal, los títulos de esa colección me gustan mucho y, al menos los que he leído, nunca me han dejado decepcionada. Este no fue la excepción.

Soledad es una princesa indómita que en un primer momento puede recordarnos a Valiente, aunque dista mucho de ser así. Rechazada por su padre, el rey, por ser mujer y escéptica ante la magia, aunque con un gran amor por los animales y la naturaleza, emprende un viaje para salvaguardar al reino del ataque de un dragón milenario. Ese viaje la cambiará por completo y el lector podrá disfrutar de una reflexión constante sobre la humanidad y espiritualidad que reside en todos los seres vivos.

La narración es bellísima, aunque puede resultar cansada. Verónica dijo que de cierta forma quería hacer un homenaje a la lengua española y, ciertamente, lo consiguió. Sin embargo, he visto que muchos lectores tienen problemas para terminarla y que, incluso, terminan detestando el desarrollo (parece que en la primera mitad del libro no pasa nada). Lo que ocurre es que la autora se encargó de detallar perfectamente TODO el ambiente en que se recrea la historia. Se nota a leguas su gran trabajo de investigación.

Este libro sí se encarga de reafirmar la existencia de los personajes en ese mundo. Quiero decir que es profunda e incluso uno puede llegar a pensar que la historia en sí no es tanto la batalla, ni la búsqueda, ni el amor, sino ese salto espiritual que Soledad hace y que sólo puede verse reflejado en la psicología del personaje. Por eso, creo, todos los personajes de esta novela están mucho mejor caracterizados, confrontando el carácter de las personas reales. Y por eso, también, puede resultar cansado para quien no esté tan sensibilizado con los problemas espirituales de la humanidad.

A mí me gustó mucho, aunque siento que gran parte de mi percepción fue influenciada por haber escuchado a Verónica hablar sobre su fascinación hacia los cuervos, el surgimiento de la idea del dragón, lo que quería lograr con esta novela… Es raro que el lector conozca las intenciones del autor, (esto siempre es tema de discusión en la teoría literaria). Tal vez, si no hubiera escuchado a Verónica, me habrían parecido innecesarias muchas de las descripciones.

Por cierto, el final es inusual. Aunque uno comienza a intuirlo desde el principio. Creo que vale la pena leerlo para gozar de un manejo brillante de palabras y para disfrutar una historia que, aunque rara, no por eso es menos interesante. ¡Saludos!

im_vero

Hace unos días subí un videoblog donde hablo un poco de este libro, de los otros tres que leí en el mes de agosto y del origen de la palabra melancolía. Espero que lo disfruten. ¡Saludos!

No hay comentarios: